¡OH, TRINO DEL AMOR!
¡OH, trino del amor entonas almas!
Cantar espiritual que nos abraza,
suspiro del amor que nunca pasa
pues llega en este instante con su magia.
¡Oh trino del presente que es eterno!
Ayer ya se mudó, cruzó el sendero,
tal vez no supo hallar sus derroteros
mas dijo en el adiós: ¡Siempre me atrevo!
Preludio en el comienzo de mi aurora,
intruso soñador que sin demoras
pretende atesorar tiernas alfombras
de versos, pinceladas de mil hojas.
Insomnio de mis noches tentadoras,
iluso seductor que me arrebola
tornando en carmesí la encantadora
pasión que ha de irrumpir junto a su impronta.
¡Oh trino del amor, tú que arrebatas!
Mi mundo desordena tu algarada,
crucial melancolía que no acaba
dejando su cincel entre nostalgias.
¡OH, trino encantador eres el dueño
de todos los azares, de mis tiempos,
tan libre en el final y en el comienzo
surtiendo la esperanza en sus anhelos!
Aimée Granado Oreña
Gota de Rocío Azul
Promesas, melodías de cascadas.
Arrullos que renuevan el cansancio.
Convenios de ternura en las miradas.
Palabras que consuelan los fracasos.
Que esperan ser hallados en un libro
las notas más hermosas y sublimes,
aquellas que han pactado con la vida
y dejan su legado inconfundible.
Los versos revolando en mil anhelos
dibujan cada página sensibles,
ofrecen la mirada en un soneto
o un sueño en el romance ineludible.
Palabras que nos dejan sin aliento
y otras que suspiran imposibles,
sonrisas, decepciones, desalientos,
caricias, juramentos increíbles.
Promesas cuyas alas se han cortado,
quimeras y desvelos intangibles,
razones, controversias y silencios,
detalles y argumentos compatibles.
Bendita sea la musa inspiradora
aquella que revuela apetecible,
ilusa, emprendedora y atrevida
trayendo su verdad irrebatible.
Aimée Granado Oreña
Gota de Rocío Azul