Musa que llegas, sorprendes
entre tantos arrebatos
y te quedas susurrando
augurios y desatinos.
Te adornas de coralillos
y atrevida te apareces,
cuando invades de repente
con tus notas cada espacio.
No te detiene el silencio,
ni las sombras del quebranto,
te complace el agasajo
con intrépida osadía .
Inspiras noches y días,
dejas tu impronta entre versos
y entregas al universo
el talento sublimado.
Compartes feraz el don
que alimenta la esperanza,
propones perseverancia
cuando derramas tus mieles.
Junto al tintero te ofreces
llenando cada rincón,
con la magia de un amor
que conmueve desde el alma.
Trina el cántico en la aurora,
cuando florece entre letras
la cotidiana contienda
que enfrenta los desafíos.
Inefable en su albedrío
la lira llega y tremola
cincela cada memoria
entre arpegios y quimeras.
Aimée Granado Oreña©
Gota de Rocío Azul