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Y Suspira El Corazón

 

 

Ni el conjuro de un amor entre rincones

pudo entonces hilvanar tanta locura,

pues la vida en su bregar, en su aventura

no se supo liberar de sus presiones.

 

Y suspira el corazón sin condiciones

él admite la verdad con su frescura,

alimenta su obsesión en la ternura

mientras tanto multiplica sus razones.

 

Es tan frágil la palabra que se escapa,

que prefiere silenciar lo que es genuino

y detrás de una mentira se solapa.

 

Mas persiste ese decoro peregrino

que defiende vehemente lo que atrapa,

mientras justo persevera en lo divino.

 

 

Aimée Granado Oreña ©

Gota de Rocío Azul