Besando cada instante de locura
y amando tu soñar intensamente,
me entrego con mis versos dulcemente
llenando cada espacio de ternura.
La noche llega osada en su apertura
cargando entre desvelos lo inminente,
bien sabe que la luna confidente
se enciende lisonjera en la aventura.
Yo ofrezco en la mirada sin censura,
aquella que contagia simplemente
tan sólo al anhelar lo que perdura.
Y besas entre azares el presente,
en medio de la edénica frescura
que surte desde el alma vehemente.
El bálsamo fulgente,
te endulza cual adagio si delira:
¡la magia de este amor que siempre inspira!
Aimée Granado Oreña ©
Gota de Rocío Azul