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Me sorprendes

 

 

Me sorprendes en el llanto y el estío

cuando vago en la penumbra del recuerdo,

si florezco entre los páramos de espliegos

o en el hálito frugal de un precipicio.

 

Cual almendro que se cubre en el invierno

de las flores que embellecen su blancura,

me sorprende la razón de tus excusas

cuando vago en los estigmas del secreto.

 

Ennoblece la llegada de la brisa

en la ausencia peregrina del rocío,

que ha escarchado en el cristal tantas mentiras

cuando vaga en la sorpresa el laberinto.

 

En el céfiro poniente del deseo

si el ocaso cenital se desenfrena,

me sorprenden los detalles con la fuerza

que levanta el pedestal de los intentos.

 

Va trinando cual zorzal la fantasía

cuando acoge en el crepúsculo la estrella

y arrebata en la pasión o en la tristeza,

la paciencia que libera su energía.

 

Al anclar tu corazón en mi destino

sorprendiendo en el azar todo mi tiempo

atrinchero cada instante entre mis versos

y atesoro el suspirar de mis vacíos.

 

Me sorprendes en el llanto y el estío

cual almendro que se cubre en el invierno.

Ennoblece la llegada de la brisa

en el céfiro poniente del deseo,

va trinando cual zorzal la fantasía

al anclar tu corazón en mi destino.

 

Aimée Granado Oreña ©

Gota de Rocío Azul

 

(Derechos de Autor)

 

Confiesa el interior, fluye cual río,

se mezcla con las piedras del pasado

y mientras su caudal vence imposibles

la vida minimiza sus aciagos,

retiene lo real maravilloso

en aras de horizontes increíbles.

Tesoros del Alma

No será el poniente que en su despedida

castigue a la luna mientras se abalanza,

la noche que asume su alfombra encendida.

 

Ni el cetrino roce de una remembranza,

ni el desvelo inquieto de una musa herida

harán que enmudezca la osada esperanza.

 

Aimee Granado Oreña ©

Gota de Rocío Azul

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(© Derechos Reservados®)